Cicatrizadas las heridas internas de su partido, Ricardo Alfonsín no se contenta con entronizarse como el candidato único de la UCR: buscará perfilarse también como la principal oferta opositora, capaz de atraer votos antikirchneristas por izquierda y por derecha que le permitan polarizar la disputa electoral con el kirchnerismo. Como primer paso, los alfonsinistas comenzaron a apurar al Partido Socialista y a GEN para cerrar una coalición nacional -con la UCR como columna vertebral- y asegurarse el voto progresista. Este tránsito no se augura sencillo por las resistencias de los socios a abrir demasiado el espectro ideológico de la estrategia electoral. Sin embargo, para Alfonsín ya no hay vuelta atrás y así se lo explicaron sus adláteres al socialista Hermes Binner y a Margarita Stolbizer (GEN): el acuerdo con el peronista Francisco de Narváez resulta imperioso para pelear por la provincia de Buenos Aires.
Alfonsín no se reunió todavía con De Narváez, pese a la ansiedad de éste por una reunión reservada con el candidato. Antes se encontrará con Stolbizer; el camino ya se lo allanó el jefe del bloque de diputados de la UCR, Ricardo Gil Lavedra, quien se reunió a solas con la líder de GEN.
"Margarita no será un obstáculo", confían en el entorno alfonsinista, aunque allí reconocen que aún no hay acuerdo sobre qué papel ocupará la diputada. De Narváez estaría dispuesto a ceder la candidatura a senadora por Buenos Aires, pero Stolbizer no quiere entremezclarse con la boleta peronista. Tampoco la seduce la idea de liderar una lista colectora. Tampoco a De Narváez.
Stolbizer recibió esta semana con cierta sorpresa las ambiguas declaraciones de Binner sobre la posibilidad de un acuerdo con De Narváez; ella esperaba una negativa tajante de su principal socio político. El gobernador santafecino, abocado a la disputa interna de su partido en la provincia (que lo enfrenta al senador Rubén Giustiniani), no torpedeó las conversaciones con De Narváez, pero tampoco las bendijo. Y dilató hasta después del 22 de mayo, fecha de la interna socialista, cualquier definición nacional con la UCR.
En el alfonsinismo, la paciencia está llegando a un límite. "Los socialistas cuestionan una alianza con De Narváez, pero nosotros tenemos que avalar que ellos jueguen con [Luis] Juez en Córdoba", despotrican algunos. "Ricardo es muy tolerante con los tiempos del socialismo, pero ellos no nos pagan con la misma moneda", es el reproche solapado en algunas usinas alfonsinistas.
De todas maneras, para Alfonsín, Binner sigue siendo su principal socio estratégico. Desde el socialismo intentan dar señales de fidelidad; una de ellas fue el acto que anoche compartieron en esta ciudad Alfonsín y el socialista Roy Cortina, postulante a jefe de gobierno porteño. También se espera para los próximos días una foto conjunta de los equipos técnicos de los tres partidos.
En el ínterin, Alfonsín comenzó a delinear una estrategia para intentar exhibirse como el principal candidato opositor. Integrantes de su entorno le aconsejan no involucrarse demasiado en las batallas electorales por venir, léase las elecciones en la Capital, Santa Fe y Córdoba. Salvo, claro está, que el candidato de su coalición se perfile ganador.
"Ricardo debe mostrarse amplio, por encima de las disputas distritales. El es candidato a presidente y, como tal, apuntará a buscar los votos de todos, por derecha y por izquierda", deslizan a su lado. En el alfonsinismo descuentan que Mauricio Macri (Pro) se bajará de la contienda electoral. No así Elisa Carrió, con quien ven cada vez más difícil un acuerdo, por lo cual se lamentan.
En efecto, la líder de Coalición Cívica está convencida de que será ella la que polarice con el oficialismo; vaticina que Alfonsín, ahora su principal rival, terminará embarrado en alianzas tan amplias que lo harán naufragar.
Fuente:LaNacion
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