Hermes Binner no sólo se desentendió ayer de la urgencia de Ricardo Alfonsín para sumarlo a una coalición opositora a nivel nacional, sino que transmitió la sensación de que, por ahora, el socialismo está más afuera que adentro de la coalición que buscan armar los radicales para impedir la reelección de la presidenta. La frase que usó para dar cuenta de ello fue contundente: "Para hacer lo mismo que están haciendo ahora (los radicales), que siga Cristina".
Luego diría que el Partido Socialista quiere integrar un frente nacional, pero construido a imagen y semejanza del Frente Progresista santafesino. "Ellos tienen diálogo con (Francisco) De Narváez, pero nosotros no queremos tener diálogo con él para construir una propuesta política. En el Frente Progresista no están (Mauricio) Macri ni De Narváez", despejó. Luego sentenció: "Para hacer lo mismo que se está haciendo ahora, que sigan los que están".
"¿Se refiere al gobierno de Cristina?", se le pidió que precise, "Sí, por supuesto", reafirmó Binner, y liquidó: "Si la definición es tener que pactar con Macri o De Narváez, entonces que no cuenten conmigo".
El gobernador habló con la prensa luego de presidir en la capital el desfile del 25 de Mayo. Su candidato a la sucesión, Antonio Bonfatti, fue el único ministro que ayer no lo acompañó en las celebraciones patrias, a causa de una laringitis, según justificó Ceremonial. No obstante, casi a la misma hora, Bonfatti habló por radio La Ocho e intento calmar a los radicales: "Estamos tratando de construir un frente nacional y la UCR es un actor principal".
El flamante candidato a gobernador del Frente Progresista contó por radio la (dura, según versiones) reunión que la conducción del PS nacional hiciera en Buenos Aires con los guarismos sobre las primarias de Santa Fe sobre la mesa. Binner también aludió ayer a la realidad de su partido (ver aparte).
"La mesa nacional del partido se reunió ayer (por el lunes) y se organizó una comisión para reunirse con otros integrantes de partidos progresistas; seguiremos los pasos en base a la decisión de los cuerpos orgánicos. Nosotros jamás privilegiamos las candidaturas por sobre los proyectos", declaró Bonfatti en Rosario. También vetó un acuerdo con De Narváez.
Como Uruguay. Binner volvió varias veces sobre ese punto: "¿De qué estamos hablando? Realmente tenemos que construir una propuesta como es el Frente Amplio de Uruguay, que ya celebró 40 años. Nosotros debemos estar cerca de los 20 años y nunca habíamos tenido la oportunidad de cogobernar, y lo estamos haciendo ahora. Vamos a hablar de la construcción que queremos hacer a nivel nacional, que debe ser como el Frente Progresista provincial. Yo no planteo ser presidente, sino la necesidad del diálogo y la concertación para lograr un programa. Sin programa, no nos interesa ninguna opción porque ya vivimos el fracaso de la Alianza. Y cómo fue de fracaso que terminaron con el 1 a 1 y con (Domingo) Cavallo de ministro de Economía. A nosotros ese cambio no nos interesa".
Se le mencionó que Alfonsín dijo que el acuerdo con De Narváez es distrital en Buenos Aires. "Ahí está el asunto, en Buenos Aires lo objetan. Margarita Stolbizer ha dicho que con ella no cuenten y el socialismo bonaerense también se pronunció en contra", asestó. Cuando se le señaló que el radical sostuvo que la presencia de De Narváez era equiparable a la del PDP en el Frente Progresista local, sostuvo: "Pero en este caso la UCR estuvo de acuerdo desde un principio hace 20 años, cuando se creó el Frente en la casa de Carlos Fascendini (radical de Esperanza), y acá nosotros nos opusimos desde un comienzo".
Impaciencia. Durante el chocolate servido en el salón Blanco de la Casa Gris, Mario Barletta se había mostrado impaciente instando a Binner a terminar "de deshojar la margarita". El radical venía de presidir 24 horas antes un plenario de su sector respaldando la candidatura presidencial de Alfonsín y profiriendo la advertencia de que "sin la UCR, el Frente Progresista no ganará las generales del 24 de julio en la provincia".
Quizás por tal razón desde que entró al salón Blanco y hasta que (tedéum en la catedral y desfile, incluidos) habló al concluir la celebración, el mandatario fue tan gélido como el clima con el intendente santafesino. Un mero abrazo protocolar inicial y ni una sola palabra durante las más de tres horas que estuvieron uno al lado del otro presidiendo los actos.
Ninguneo por tres. En tres ocasiones durante su charla con los periodistas, Binner ninguneó al derrotado precandidato radical a gobernador, Mario Barletta. La primera fue cuando le preguntaron si su alusión a Griselda Tessio en el discurso de apertura del desfile significaba que las diferencias del domingo se disipaban. "No, hice referencia al intendente porque es la autoridad máxima de la ciudad y después por supuesto a mi vicegobernadora", aclaró.
La segunda, cuando le recordó que una interna "no es una reunión de un kinder; es una reunión de una cohesión importante que es el Frente Progresista, del que nadie se quiere ir y en el que todos queremos estar. Adentro están las disidencias, que son lógicas, y para ello hicimos la interna".
La tercera, cuando no tomó en serio la amenaza de Barletta de que sin la UCR sería difícil que el Frente Progresista triunfe. "Sin el socialismo tampoco puede triunfar", ironizó.
Fuente : La Capital.com.ar
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