El sábado bailó en el casamiento de la hija de un amigo y se lo notó relajado junto con su esposa Juliana Awada. Pero a Mauricio Macri el fin de semana con feriado incluido no le resultó suficiente para tomar una decisión sobre su futuro inmediato. Ayer se reunió con su gabinete y con su núcleo más cercano de dirigentes, además de estar en la inauguración de obras en el arroyo Maldonado. Dijo poco y nada de su candidatura presidencial, que él mismo puso en stand by, ni tampoco dio pistas sobre si será, finalmente, candidato a su reelección en la ciudad.
"Es una pelea entre el corazón y la cabeza. Quiere ser candidato a presidente. Pero la realidad le indica que tiene que ir por su reelección en la ciudad", afirmó, resignado, un dirigente macrista ligado al proyecto Macri presidente. Más allá de los deseos y las realidades de la coyuntura, en Pro la mayoría cree que Macri irá finalmente por su reelección en la ciudad. En los despachos de los diputados, la Legislatura porteña y en la sede gubernamental había ayer resignación, caras largas e incertidumbre: nadie, salvo el propio Macri, cree que la larga espera sirva para potenciar al partido en las dos peleas que le esperan.Cortocircuito"El acuerdo con De Narváez no llega, no hay vicepresidente potable y la estructura propia no alcanza. Hay que retener primero el poder local", reflexionó ayer un legislador porteño con llegada a Bolívar 1. Con esos objetivos en mente, Macri utilizaría esta semana para tratar de torcer un destino que parece escrito. Por eso estaría por postergar el congreso de Pro bonaerense, previsto para el sábado en Parque Norte, en el que, en principio, debía ser orador y dar algún indicio de cara al futuro. Los plazos se acortan: el próximo martes vence el plazo de inscripción de alianzas porteñas y diez días después es el tope para la oficialización de las listas de candidatos. "Si Macri confirma que va por la presidencia, el vice y De Narváez vienen solos", reflexionó uno de los encargados del armado nacional, que se resiste a creer en el naufragio del proyecto presidencial. Harán un último intento con el senador santafecino Carlos Reutemann, quien ya habría rechazado la invitación a compartir la fórmula. "Con Macri estamos hablando, pero no podemos avanzar hasta que tome la decisión sobre su candidatura presidencial", contestó a LA NACION Daniel Amoroso, jefe de campaña de De Narváez, que a su vez avanza en un amplio acuerdo con el candidato radical Ricardo Alfonsín. Ayer circularon, por los despachos oficiales, todo tipo de rumores. La posibilidad de que Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta compartan finalmente una fórmula común convencería a Macri de disputar la presidencia. Pero la diputada ya le cerró públicamente la puerta a un eventual acuerdo, y sigue militando para que Macri vaya por su reelección en la ciudad. En ese mismo sentido, también circuló una teoría arriesgada: que un eventual acuerdo con Alfonsín incluyera una candidatura propia a vicepresidente como modo de evitar la ausencia total de Pro en las elecciones de octubre. El desconcierto es palpable y se extiende, además, a las candidaturas a legislador porteño, que deberán definirse en los próximos días. Si bien suena para encabezar la lista de postulantes por Pro, el rabino Sergio Bergman afirmó a LA NACION que aún no recibió una invitación oficial a formar parte de esa confluencia. "Estamos en la construcción de nuestro espacio independiente con vocación de sumar a quienes lo deseen. También tenemos abiertos a participar y formar parte de una experiencia más amplia", afirmó Bergman, sin descartar un acuerdo de última hora. Las cartas parecen estar echadas. La pelota sigue estando en el despacho del jefe de gobierno.
Fuente: La Nacion
Se le desordenaron los patitos.jeje
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