El Carlos Reutemann detrás del piloto.

Sin lugar a dudas todos los argentinos recuerdan a este hombre por su paso por el automovilismo, donde llegó a correr en la Fórmula 1. Pero ¿quién es realmente hoy? Apartado del deporte se inclinó por la política. Llama la atención como TODAVÍA HAYA alrededor DE UN 40% DE SANTAFESINOS QUE PIENSAN VOTARLO Y, LO QUE ES más preocupante, QUE TENGA UNA IMAGEN POSITIVA EN EL RESTO DE LA SOCIEDAD ARGENTINA. PARA NO PERDÉRSELO.

A la política farandulera se acercó de la mano de Carlos Menem de quién es fuerte admirador y lo apoyó en la última elección. (Esta foto fue sacada en Canal 3 de Rosario a pocos días de las elecciones, levantando la mano de Carlos Saúl)
En su perfil intenta marcarse como apolítico, pero en realidad lleva 18 años como gobernador y senador.
En su paso como gobernador nombro a su sobrina Verónica como secretaria privada. Ésta en la actualidad está procesada por compras con facturas truchas a empresas fantasmas creadas por su marido por valores superiores a los 10 millones de pesos/dólares. A lo que Carlos respondió: “No tengo nada que ver, uno no elige la familia…”
También concedió otros favores, como con amigo íntimo y socio Jorge Massat, a quién logró ubicarlo como senador, y además que sea presidente de la Comisión Bicameral de Privatizaciones junto a otra vieja conocida del ex piloto Liliana Gurdulich de Correa.
Durante los años que estuvieron en el poder, tanto Massat como Reutemann desviaron 57 millones de dólares hacia el Ingenio Arno. Que hasta hoy se espera una aclaración del destino de este dinero que debió haberse distribuido en Villa Ocampo y que nunca llegó. Sumado a todo esto, Jorge Massat nunca pudo explicar el enriquecimiento ilícito que supera los 17 millones de dólares, de esta manera de decidió procesarlo y condenarlo. Su socio, mentor, amigo íntimo y confidente Reutemann como ya nos venía mostrando, miró para otro lado, se hizo el desentendido y declaró “No me consta que haya robado”.
Ese mismo año a Carlos Reutemann corrió el mismo destino que su amigo y no pudo justificar ante la AFIP un crecimiento patrimonial de 6 millones de dólares. En el mismo momento se le descubre una cuenta en suiza no declarada por 9 millones de dólares y en declaraciones afirma “Se me olvidó, mi contador debería haberse acordado”
Creó una justicia y una Corte Suprema a su imagen y semejanza que entre sus miembros se encontraban Rafael Gutiérrez (su primo hermano), Eduardo Spuller (abogado personal) y Maria Angélica Gastaldi (amiga y militante PJ).
Entre sus dos mandatos nombró en total a 67 jueces amigos y más de 100 secretarios, personalmente y a dedo. Hizo lo mismo con 56 jueces de paz un día antes de irse. Donde se encuentran su preparador físico, masajista, chofer, casero, mecánico, los hijos de sus amigos, los amigos de sus amigos. Un listado donde el 85% de los que lo integran no tenían idoneidad para ejercer dichos cargos.
En los 8 años que estuvo como gobernador sumó innumerables demandas, pero además no solo eso, sino que su gobierno acumuló un total de 3132 denuncias por corrupción. Lo cual significa más de una denuncia de corrupción por día, durante sus 8 años en el poder.
Al ser amigo íntimo del obispo Storni, lo cuidó e impidió durante su tiempo como gobernante, que el cura pedófilo sea investigado y juzgado por corrupción de menores.
Es confeso adherente al Consenso de Washington, admirador público del dúo Menem-Cavallo y “privatizador compulsivo” como se ha definido él mismo (en nota a Revista Gente Julio 98).
Por su orden expresa se eximió a la Caja de Jubilaciones de la Provincia de presentar balances durante toda su gestión. El resultado fue un gran saqueo con un déficit superior a los 1000 millones de dólares que se arrastra hasta nuestros días.
A pedido de su semejante Carlos Menem, y claro está por coima mediante, puso el puerto de Rosario a disposición del consorcio Filipino, quienes jamás pagaron el canon ni cumplieron con los contratos. Tres años posteriores a esto se marcharon dejando una deuda de 120 millones de dólares.
Privatizó la Dipos, (Aguas). Durante ese tiempo nunca se realizaron las obras que comprometió hacer la empresa francesa, además con el agregado de que el servicio empeoró, y la empresa se retiró. Con el resultado posterior de una pérdida de 90 millones de dólares para la provincia y la obligación de afrontar un juicio por 300 millones más.
Las privatizaciones no terminaron allí. El Banco Provincial fue el siguiente paso. Lo entregó por monedas a los hermanos Rohn. Lo que determinó una perdida de una cartera de más de 600 millones y el instrumento financiero de la provincia.
Sus intentos prosiguieron con la EPE, a la que destruyó y descapitalizó durante 4 años para tener una excusa, pero la resistencia del sindicato impidió que se lleve a cabo la privatización. De todas formas, la empresa quedó en estado agonizante y va llevar varios años recuperarla por completo.
A pesar de su anterior fracaso no se detuvo. En la Asamblea del 2001 comunicó su idea de privatizar los dos aeropuertos santafesinos: Sauce Viejo y Fisherton, pero detuvo sus intenciones.
Envió a Mercier a EEUU para gestionar créditos a organismos internacionales por una suma de 300 millones de dólares y para lo cual ofreció como garantía privatizar la totalidad del sistema de Educación y Salud. Por desgracia para éste, no le dan los tiempos para concretarlo.
Sin dudas que no es una persona que se caracteriza por el ahorro o la austeridad. En el 2001 durante la crisis, hizo “La Gran Reutemann” en donde no solo no les aumento, sino que les rebajó el sueldo a maestros, policías, médicos, jubilados, administrativos. Les quitó el 13% de sueldos y jubilaciones durante cuatro años. Su pensamiento fue claro y demasiado simple: “Si el mayor gasto es en sueldos, achiquemos los sueldos…” (Sic)
En cuanto a lo que a Salud se refiere tampoco los números son favorables, la inversión porcentual de sus dos gobernaciones es la más baja de la historia política de Santa Fe o sea de los últimos 170 años. No construyó un solo centro de salud en toda la provincia y el único hospital que levantó, presenta todo tipo de problemas edilicios y además desapareció en la última inundación por haberse construido en terrenos inundables.
En la Educación, no se ven muchos cambios, la inversión en fue nula. Se pagaron sueldos reducidos en el 13%. No se construyó ni una sola aula. Un deterioro que va a llevar años revertirlo.
Reemplazó los pocos ministros con conocimientos profesionales por gerenciadores para el ajuste.
Reemplazó en Seguridad a civiles por genocidas, como es el caso del Coronel Regie acusado de 40 muertes y secuestros. Lo que tuvo como resultado en Diciembre 2001, Pocho Lepratti y siete muertos más en una dura represión.
Eliminó el ministerio de Obras Publicas, y lo transformó en Secretaria. La Obra no le interesa.
Para hacer “negocios” nombró en Hidráulica a sus amigos y parientes. Pero las cosas no le salieron muy bien, Inundaron Cañada de Gómez y causaron la muerte de tres personas. Secaron los Bajos Submeridionales y la sequía continúa hasta nuestros días. Ignoraron la Picassa durante 10 años hasta hacerla incontrolable. Todas las obras que realizaron en la ciudad de Santa Fe no sirvieron absolutamente de nada y produjeron las dos inundaciones más pavorosas de la historia de la provincia, con un saldo de 23 muertos directos, cientos indirectos y miles de millones de demandas.
Un año posterior a la inundación cerró la Oficina de Prevención Hídrica para “ahorrar”.
Malversó y desvió los fondos de la ayuda nacional para las inundaciones hacia municipios no inundados con fines electorales.
Durante los 8 años como gobernador no realizó un solo proyecto para mejor la provisión de agua. Dos tercios de la provincia ingieren agua de pésima calidad.
Evitó siempre dar explicación en la justicia de todos sus desastres.
Como senador su accionar no cambia demasiado, solo reaccionó cuando le tocaron el bolsillo con las retenciones.
Habría miles de situaciones más para relatar, pero hay algo claro que debería saberse. El 28 de junio próximo este personaje junto a Latorre, Germano y el resto de sus secuaces intentarán volver a repetir la historia.