Fernando Espinoza y el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Alberto Balestrini reciben duras criticas.

El 28 de mayo pasado, los ramenses realizaron una nueva marcha por el centro de la ciudad, y culminaron con un escrache en la casa de la titular del municipio de Ramos Mejía, Gina Di Nardo. El motivo fue por no actuar en defensa de los vecinos que llevan a cabo una lucha por los edificios ilegales, el incumplimiento de los decretos de demolición, la falta de nuevos anuncios de demoliciones para edificios que se construyeron bajo ordenanzas no convalidadas, la invasión de ratas a causa de las irregularidades en la demolición de la ex fábrica Danubio y además por la división del partido.


Después se llevó a cabo una manifestación en la obra Saavedra 253, a cago del arquitecto Antonio Blasi, pidiendo que se concrete la demolición que determina el Decreto del intendente Fernando Espinoza.

Las cuatro primeras obras declaradas ilegales son: Vicente López 146 del arquitecto Gustavo Cabrera (Decreto Nº 2139), Alvarado 333 del arquitecto Claudio Viviani (Decreto Nº 2140), la anterior mencionada Saavedra 253 del arquitecto Antonio Blasi (Decreto Nº 2141) y por último Corrientes 90 del M.M.O. Carlos Casemajor (Decreto Nº 2142). Aunque de todas maneras ninguna se ha demolido aún, a pesar de que el intendente firmó los decretos (29.09.09) hace ya más de ocho meses.

Los escraches no terminaron allí, si no que se extendieron también a la inmobiliarias MARTA GONZALEZ PROPIEDADES, BERTO INMUEBLES y GILGES INMOBILIARIA, para que se detengan con la venta de departamentos en edificios ilegales, ni tampoco oficinas como departamentos.

Esto significa claramente unas duras críticas tanto al intendente Fernando Espinoza como al vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Alberto Balestrini.

El día posterior a estas marchas, a causa de una gran depresión que se manifestó por un paro cardíaco, murió Juan José Ávila uno de los referentes más activos de la lucha contra la ex fábrica Danubio. Además de reclamar al municipio que había perdido sus planos y no podía terminar de construir su casa. Los vecinos lo recuerdan con orgullo por su valor y por su batalla contra la corrupción. Siempre lo tendrán presente en cada marcha.