Los últimos 60 años de historia argentina fueron una contienda política entre el peronismo y el radicalismo, los partidos tradicionales en el escenario político argentino. En muchas ocasiones, las circunstancias hicieron que la batalla los encuentre del mismo lado. Ante los peores momentos del país tuvieron la capacidad de aliarse y luchar por el regreso de la política. En otras ocasiones, alianzas políticas lograron llegar al poder, aunque no siempre con buenos resultados.
Si bien todavía no se definieron alianzas políticas para las elecciones de octubre que entrelazaran estas fuerzas políticas, internamente, en ninguno de los partidos tampoco se pudieron lograr acuerdos en referencia a los candidatos que competirán por la próxima presidencia de la Nación.
La UCR, el ave fénix de la política argentina
Nadie puede negar que después del fracaso de la Alianza, la Unión Cívica Radical tuvo períodos de pérdidas electorales y fuga de dirigentes. Entre algunos de los más recordados nos encontramos con Julio Cobos, actualmente vicepresidente de la nación, quien dejó la fuerza en el 2007.
Sin embargo, los radicales volvieron al ruedo. Algunos depositan la responsabilidad en la muerte de uno de sus mejores líderes, Raúl Alfonsín, presidente argentino entre 1983 y 1989. Desde la muerte de Alfonsín en 2009, la Fuerza pudo recobrar fuerza política y probablemente tenga candidato para las próximas elecciones. Aunque claro está, en el revuelo del último tiempo, que aún no se deciden por quién. En abril se disputarían preinternas entre Ricardo Alfonsín, hijo del exmandatario, y Ernesto Sanz, aunque el último abandonó la contienda, dejando el camino libre para que el Comité Federal de la UCR proclame a Alfonsín como el candidato presidencial. Aunque eso no está decidido, ya que Sanz peleará su lugar en las internas abiertas y obligatorias de agosto.
El Peronismo: internas, alianzas y nuevos partidos
Tampoco el Peronismo es el mejor ejemplo, si hablamos de definición de candidatos. Las preinternas que organizaron Rodriguez Saá y Eduardo Duhalde, ambos precandidatos por esta fuerza política, intentaron definir candidaturas aunque los resultados fueron poco vinculantes y se paralizó el 17 de abril. El anuncio de Duhalde de no continuar con su participación en las preinternas no sólo retrasó la proclamación, sino que derivó en el alejamiento del expresidente del partido.
En octubre, en caso de que Duhalde y Rodríguez Saá se presenten por separado, sumando el candidato kirchnerista por el Frente Para la Victoria, el Peronismo nuevamente se presentará con el modelo tripartito que viene utilizando desde las elecciones de 2003.En las últimas horas, Duhalde lanzó formalmente su candidatura dentro de su espacio político, Unión Popular, desde donde participará de las internas de agosto. Según fuentes cercanas al candidato, no se descarta la posibilidad de retomar las preinternas del partido y Duhalde confirmará su participación en los nuevos comicios, si es que así lo decide la mesa de conducción del Peronismo Federal. Rodríguez Saá quedará a la espera de la decisión que tome el partido y en el caso de confirmar la separación de Duhalde de la Fuerza, proclamará que se lo defina como el candidato oficial.
El misterio del kirchnerismo
Todos afirman que Cristina Fernández de Kirchner nunca imaginó encontrarse en esta situación. No quedan dudas de que la muerte de Néstor Kirchner, presidente argentino entre 2003 y 2007, sacudió el tablero político de una manera en que su mujer, actual presidente, nunca podría haber imaginado.
Su candidatura en las próximas elecciones no fue oficializada, ni tampoco es seguro que la decisión de Cristina sea presentarse para continuar el mandato presidencial por otros 4 años más. Recordemos que, en caso de que así lo decida, la reelección en el cargo es posible gracias a la última reforma constitucional del expresidente Carlos Menem en 1994, quien se aseguró, a través de esta medida, mantenerse en el gobierno por casi 10 años.
En las calles de Buenos Aires no faltan los carteles y pancartas que la proclaman como futura presidente, pero su decisión, si ya fue tomada, se mantiene en el secreto de su círculo más íntimo.
Fuente: Informador
